El traspaso de Luka Dončić a Los Angeles Lakers en febrero de 2025 marcó un punto de inflexión en la NBA, no solo por la magnitud de la operación, que involucró el intercambio de Anthony Davis con los Dallas Mavericks, sino también por lo que significó para una franquicia histórica en busca de revitalizarse. Las primeras semanas del esloveno con el uniforme púrpura y dorado han sido una montaña rusa de emociones, expectativas y destellos de genialidad, dejando claro que una nueva era ha comenzado en Los Ángeles.
Un debut cargado de simbolismo
Dončić llegó a los Lakers en medio de un torbellino mediático, tras una lesión en el gemelo izquierdo sufrida el 25 de diciembre de 2024, que lo mantuvo fuera de las canchas durante 47 días. Su debut, el 11 de febrero contra los Utah Jazz, fue un evento que paralizó a la afición angelina. Con el Crypto.com Arena a reventar y cada asiento adornado con una camiseta con el número 77, el esloveno recibió una ovación de pie antes siquiera de tocar el balón.
En su primer partido, Dončić mostró destellos de su talento, aunque con minutos restringidos (23) debido a su recuperación. Anotó 14 puntos, capturó 5 rebotes y repartió 4 asistencias, destacando una jugada que se volvió viral: un pase de más de 20 metros que encontró a LeBron James para una bandeja que encendió al público. Aunque sus números no fueron espectaculares, su presencia en la cancha evidenció una química inmediata con James y el resto del equipo, sentando las bases de lo que podría convertirse en una dupla histórica.
LeBron, quien calentó con la camiseta del 77 en un gesto de bienvenida, le dio un consejo claro: “No trates de cambiar tu juego, sé tú mismo”. Este mensaje resonó en Dončić, quien, a pesar de un inicio discreto (1/7 en triples), dejó claro que su visión de juego y su capacidad para generar oportunidades serían claves para los Lakers.
Adaptación y retos físicos
Las primeras semanas no estuvieron exentas de desafíos. Dončić, quien había ganado algo de peso durante su inactividad, mostró signos de falta de ritmo en sus primeros partidos. Su entrenador, JJ Redick, fue cauteloso, limitando sus minutos para evitar recaídas en la lesión del gemelo. Sin embargo, el esloveno aprovechó el parón del All-Star para trabajar en su condición física, acompañado por el asistente Scott Brooks en Cabo, México. El resultado fue notable: en apenas dos semanas, imágenes comparativas mostraron una figura más estilizada, generando revuelo en redes sociales y alimentando las esperanzas de los aficionados.
En sus primeros siete partidos con los Lakers, Dončić promedió números sólidos, aunque no al nivel de su etapa estelar en Dallas: alrededor de 19 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias por encuentro. Su primer triple-doble como laker llegó contra sus excompañeros de los Mavericks, en un partido cargado de simbolismo donde anotó 19 puntos, capturó 15 rebotes y repartió 12 asistencias, celebrando con una intensidad que reflejaba su deseo de demostrar su valía tras un traspaso que él mismo calificó como “emocionalmente duro”.
La conexión con LeBron y el impacto en el equipo
Uno de los aspectos más emocionantes de estas primeras semanas ha sido la química entre Dončić y LeBron James. Ambos jugadores, separados por 15 años de edad, han mostrado una compenetración que va más allá de lo estadístico. Dončić, conocido por su juego altruista, ha facilitado la ofensiva angelina, generando espacios para James, Austin Reaves y Rui Hachimura. En el partido contra los Jazz, los Lakers movieron el balón con fluidez, logrando una victoria contundente (132-113) que Dončić describió como un indicio de lo “peligroso” que puede ser el equipo.
Sin embargo, la ausencia de Anthony Davis dejó un vacío en la pintura que los Lakers aún no han llenado por completo. Jugadores como Jaxson Hayes y Christian Koloko han asumido roles más prominentes, pero el equipo sigue buscando un refuerzo defensivo para complementar la magia ofensiva de Dončić y James. Este desafío será crucial en las próximas semanas, especialmente en una Conferencia Oeste donde los Nuggets, Thunder y Rockets acechan.
Un impacto más allá de la cancha
El debut de Dončić no solo fue un éxito en la duela, sino también en términos de audiencia. El partido contra los Jazz registró un pico de 2.55 millones de espectadores en ESPN, un 42% más que el promedio de la temporada anterior, demostrando el poder de atracción del esloveno en una franquicia ya de por sí icónica. En redes sociales, los aficionados no tardaron en proclamar el inicio de una “nueva dinastía”, mientras que en Los Ángeles se respira un optimismo que no se veía desde el título de 2020.
Fuera de la cancha, Dončić ha manejado con madurez la presión de un mercado como Los Ángeles. En su presentación oficial, expresó su sorpresa por el traspaso y agradeció a los Mavericks, pero también dejó claro su entusiasmo por jugar junto a LeBron, su ídolo de infancia. Su relación con Dirk Nowitzki, quien viajó a Los Ángeles para apoyarlo en su debut, añadió un toque emotivo a estas primeras semanas, reforzando la narrativa de un jugador que, a sus 25 años, está listo para asumir el liderazgo de una franquicia legendaria.
Mirando al futuro
A medida que Dončić se adapta a su nuevo entorno, los Lakers se consolidan como contendientes en el Oeste, con un récord de 32-19 y una racha de seis victorias consecutivas tras el debut del esloveno. Su capacidad para elevar el juego de sus compañeros, combinada con la experiencia de LeBron y el liderazgo de Redick, hace soñar a los aficionados con un nuevo capítulo glorioso. Sin embargo, el camino no será fácil: la salud de Dončić, la falta de un pívot dominante y la feroz competencia en la conferencia serán pruebas de fuego.
Por ahora, las primeras semanas de Luka Dončić en los Lakers han sido un aperitivo de lo que está por venir. Cada pase imposible, cada triple desde el logo y cada mirada desafiante en la cancha recuerdan que “Luka Magic” no solo ha llegado a Los Ángeles, sino que está aquí para quedarse. La pregunta ya no es si los Lakers pueden ser contendientes, sino cuán lejos puede llevarlos este prodigio esloveno.